martes, 30 de septiembre de 2008

Bonheur permanent



Ana S. Pareja me envía la reseña de El gesto más radical que ha escrito para el numero de octubre de la revista Go Mag. A Ana la conocí en la fiesta que el El mundo ofreció el pasado mes de junio, desoxigenada fogatilla de las vanidades, to see and to be seen, que cada año convoca este periódico coincidiendo con la Feria del Libro de Madrid. Desde fuera, Ana es una mujer guapa y rara. Esta yuxtaposición me produjo una sensación de confianza a todas luces injustificada. Sin embargo, unos minutos de conversación en aquella fiesta y el ramillete de mails que hemos cruzado posteriormente me parece que tienden a confirmar la justeza de mi primera impresión. Ana es, además, editora de Melusina, la editorial creada por José Pons que es en España lo que Editions Allia en Francia o The New Press en Estados Unidos, lo cual no es poco. Ana acaba de coordinar la edición de Odio Barcelona, escrito por varios autores y que salió a la calle hace apenas unos días: el libro es una de esas publicaciones-idea que, como si fuera una pieza de Joseph Kosuth, está ya en buena parte salvada antes de su materialización efectiva. A continuación transcribo su reseña para el libro de Sadie Plant publicado por errata naturae.

R.H.

El gesto más radical. La Internacional Situacionista en una época posmoderna es la primera referencia de la colección ‘La muchacha de dos cabezas’ de Errata Naturae. Me gusta esta editorial madrileña, además de por sus interesantes títulos, por la disposición de las colecciones y el artwork de las cubiertas, con sus individuos deformes y el canto a lo raro, obtuso e incómodo que se plantea ya desde el mismo nombre de la casa editora. Recomiendo que se eche un vistazo a la lista de títulos, todos ellos muy atrayentes, y en particular recomiendo la lectura de este volumen de Sadie Plant, muy útil para volver la vista a la Francia sesentayochista y refrescar nuestros robóticos y cansados lagrimales posmodernos. Sadie Plant enarboló la bandera ciberfeminista al grito de Somos el coño moderno. Somos el coño del futuro. En este ensayo, desentierra las raíces del situacionismo, las ordena y cataloga, para después mostrarnos de qué manera la posmodernidad bebe de sus presupuestos, todo de modo ordenado y ameno, sin fárrago ni oscuridad, de forma que el texto se convierte en la guía ideal para aquellos que quieran desempolvar viejos radicalismos y empaparlos de una nueva óptica. Tras una lectura detenida, conclusión apresurada: Lo único de lo que no ha sabido embeberse la posmodernidad en su relación con la Internacional Situacionista tiene que ver con lo poético de algunas consignas bonitas. Imagínense a una chica bicéfala ataviada con camiseta imperio escupiéndoles a la cara un Je déclare l’état de bonheur permanent!

Ana S. Pareja


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